¡Bienvenidos a los martes de nuevos líderes!

El “efecto durmiente” es un fenómeno en el que los efectos de un mensaje no se manifiestan de inmediato, una realidad que a menudo pasa desapercibida. Este fenómeno, conocido también como efecto durmiente en liderazgo, puede tener un impacto profundo en cómo diseñamos procesos de formación y desarrollo de talento. En lugar de abrumar a nuestros participantes con una gran cantidad de información, a menudo es más efectivo centrarse en una sola idea potente que pueda quedarse dormida en sus mentes y, más adelante, despertar para guiar su toma de decisiones en el lugar de trabajo.

“Menos es más”, una cita atribuida al arquitecto Mies van der Rohe, que originalmente se refería a la arquitectura, aunque hoy en día se usa genéricamente para muchas cosas.

Veamos un ejemplo donde menos es más, y donde podemos ver el poder del efecto durmiente:

La compañía minera De Beers lanzó en los años 40 una campaña de marketing con el eslogan “Un diamante es para siempre”, asociando la durabilidad del amor con la del diamante en los anillos de compromiso, que hoy son una tradición universal. Una sola frase, simple, pero impactante, cambió comportamientos y conductas que perduran hasta la actualidad.

Esta campaña se lanzó en la década de 1920, en plena Gran Depresión, una época en la que nadie quería gastar, ya que se vivía una crisis económica. La compañía minera De Beers no fue la excepción, dado que el público no compraba diamantes, y quienes los tenían los vendían. Esto provocó un aumento en la oferta y, en consecuencia, precios muy bajos.

La compañía contrató a una empresa de publicidad que tuvo una idea fascinante: “A diamond is forever” (Un diamante es para siempre). Este eslogan simple, pero profundo, se convirtió en el emblema de De Beers en los años venideros y se refiere a la idea de que el anillo de compromiso con un diamante representa un recuerdo duradero junto con el matrimonio. Con esto planeado, la primera publicidad bajo ese eslogan salió en Estados Unidos, y el resultado fue satisfactorio. Sin embargo, no fue hasta los años 1940 que al menos el 10% de las novias contaba con un anillo de diamantes.

Lo sorprendente es que, una década después, se convirtió en el artículo más preciado por las mujeres. El éxito de la campaña en EE. UU. fue tan grande que la empresa decidió relanzarla en Japón en 1960, con una mediana aceptación. Pero, 20 años después, la cantidad de novias que portaban un anillo de diamantes aumentó hasta un 70%.

El “efecto durmiente” es un fenómeno que indica que los efectos de un mensaje no siempre son inmediatos. El mensaje recibido queda latente en el subconsciente y, si es potente y real, emergerá más tarde.

Hoy, queremos hablar sobre los procesos de formación. A menudo, tratamos de abordar muchos temas en una sola intervención, lo que provoca que nuestros participantes reciban un bombardeo de información sin llevarse una idea concreta, profunda y potente que pueda despertar más adelante en su lugar de trabajo y ayudar a mejorar los resultados de la empresa. A veces, olvidamos que menos es más.

Mi invitación es que, al diseñar un proceso, tanto presencial, sincrónico o asincrónico, pensemos en una sola idea que queremos que los participantes se lleven, solo una, ya que menos…….es más.

Saludos.